Firma
Nieto es una firma.
Una forma de hacer.
Un modo de mirar y decidir que lo que nace de mis manos
responde a una frecuencia interna, no a una demanda externa.
Todo lo que lleva el nombre Nieto
ha pasado por un umbral de exigencia
que no se puede delegar.
No tiene departamento de marketing,
ni calendario de lanzamiento.
Solo tiene una brújula:
lo que resuena con la verdad del gesto.
Creo que el buen gusto es una forma de cuidado.
Y que ofrecer algo bello, sobrio y exacto
es una manera de afinar la sensibilidad colectiva.
Respeto profundamente a quienes sirven desde sus oficios.
Yo sirvo desde este:
El de cuidar el gesto, respetar el silencio.
Nieto no es una marca.
Es mi firma.
Y mi firma no busca convencer.
Solo aparecer donde la presencia lo amerita.
